Dotado tanto de una notable capacidad creativa como de un agudo sentido de la estética, sus diseños revelan sus orígenes artísticos y nunca son fruto de una trivial intuición técnica. Enzo define con naturalidad la síntesis más correcta entre forma y función, buscando la simplificación sin descuidar el detalle.
El resultado de su forma de proceder conduce a la creación de elementos capaces de poseer un alma que los vincula de algún modo a la historia y al entorno que nos rodea. Objetos contundentes, hasta cierto punto tradicionales, pero que inducen, casi sin quererlo, un avance en nuestra forma de ver las cosas.